Que no te intimide su refinada presentación, sin duda a tus invitados les va a parecer un postre muy sofisticado, pero es más fácil de lo que te imaginas.
1pizcade mantequilla ablandada (del tamaño de una avellana)
1cdade agua templada
INSTRUCCIONES
Activa la levadura: templa 250 mL de leche, ponla en un bol pequeño y disuelve 10 g de levadura seca* y mantenlo a un lado.
Haz la masa: en un bol grande mezcla 100 g de azúcar y 120 g de mantequilla ablandada. Añade los dos huevos a temperatura ambiente, uno cada vez, y mezcla con unas varillas. Añade la leche con la levadura activada y mezcla. Vierte 550 g de harina y la sal, mezcla bien en el bol hasta conseguir una masa, la cual será un poco grasa pero se puede trabajar perfectamente.
Amasado: ponla sobre una encimera y amasa manualmente unos 5-6 minutos para que quede más uniforme (no importa qué método de amasado uses, si tienes robot de cocina, a velocidad suave unos 3-4 minutos).
Primer levado: cubre la masa con un trapo o similar para que no se seque y déjala a temperatura ambiente unas dos horas (tiene que doblar su tamaño y si presionas con un dedo, se quedará el hueco).
Activa la levadura: en una encimera, ligeramente enharinada, estira la masa hasta conseguir un rectángulo de unos 50×35 cm, con 1 cm de grosor. Extiende los 180 mL de mermelada de frambuesa por la masa de forma uniforme. Enrolla la masa por la parte más larga y corta en rodajas de al menos 3 cm de ancho (a mi me salen 12-13).
Segundo levado: en una bandeja de hornear coloca los rollos de manera que queden un poco separados entre ellos. Tápalos bien y reposa la masa: en la nevera toda la noche, 1-2 hora a temperatura ambiente o bien en el horno apagado a unos 60ºC unos 30 minutos.
Horneado: mete la bandeja en el horno precalentado a 200ºC durante 20-25 minutos o hasta que estén un poco dorados en la superficie. Nota: en el horno seguirán creciendo aún más!
Glaseado: mezcla los 100 g de azúcar glass con la nuez de mantequilla blanda y las 3 cucharadas de queso de untar tipo Philadelphia hasta conseguir una pasta. Añade una cucharada (o algo más, pero que quede muy espeso) de agua hasta lograr la consistencia deseada. Cuando se enfríen un poco se puede añadir el glaseado encima.
Notas
*Levadura seca o fresca: si no tienes levadura seca, que es instantánea, puedes utilizar de la fresca (también llamada de panadero), pero tienes que poner unas 3 veces más de cantidad (25 g que suele ser un paquete), pero los tiempos de fermentación serán más largos. Creo que no hay que aclarar que no tiene nada que ver con la levadura química tipo Royal o polvos de hornear y que no se pueden sustituir por éstas, pero por si acaso.